Estaba medio depresivo, juzgaron algunos, por mi larga ausencia de postear y de visitar a mis (ciber)amigos. Cansancio vulgar, nada más (con música, si quieren), les digo. Algunos, con pretensiones de fundar su opinión, señalaban los posts anteriores.
Los vaivenes de la vida y la profesión.
Ayer he tenido un día fenomenal. Y la semana pasada, otro. Este de la semana pasada fue trabajando en la consulta. En la mañana del miércoles me encontré celebrando la vida, la transformación, la salud, la libertad junto a tres de mis pacientes. E iniciando, a la vez, nuestra ya próxima despedida. Una vez les comenté esto de que la salud no se explica sino que se celebra. Se agradece. Y cuando se trata de mis pacientes, pues, qué les digo: Quedo más feliz que los monos.
Eso. La mañana estaba luminosa, claro el aire, lindos mis pacientes. Hasta yo debo haber estado lindo.
* * *
El disco Canción del Sur, se abre con la canción La Vida Mágica, Ay Sí, que es una especie de cueca psicodélica. Recuerdo una época en que poner el disco a la hora de despertar era todo un rito para mí. El día empezaba muy bien; yo, como avión.
Hagan la prueba.
Vale.