martes, enero 30, 2007

Año nuevo, ¿vida nueva?

Antes de Humane Vitae, tenía este post escrito, pero la oportunidad no era. Ojalá no sea muy extemporáneo; creo que no, las vacaciones hacen que para muchos aún estemos por empezar el año. Y que aún nos hagamos declaraciones o promesas más o menos poderosas. Es sobre eso el post, sobre la posibilidad de que tomemos mejor las riendas.
Ahí va:

A los doctores y a otros de la salud nos pasa a veces que cuando saben lo que hacemos, las personas empiezan a "consultarnos", y eso en cualquier contexto, así que no es raro que en una comida, en una reunión social o de padres y apoderados, etcétera, terminen contándonos acerca de pústulas, problemas de digestión o, en mi caso, de locuras varias.
De ahí que rara vez diga espontáneamente en qué trabajo . Bueno, ese no decir tiene otras fuentes, pero ya hablaré de eso en otro momento.

La vida nueva.
¿Cómo hacer que no sea sólo un buen deseo?
Esto me pasó hace pocos días, precisamente en una reunión social; ahí estaba este servidor, con una copa en la mano (pinot noir 35%, chardonnay 65%, decenas de rosarios de burbujas ascendiendo), conversando esas cosas que se conversan en estos casos: sí, claro, cómo no, cierto, mmm, etc. Bien.
Ma de pronto me intercepta un hombre adulto de unos treinta y tantos, profesional. Nos conocemos, pero apenas hemos conversado antes y de esas conversaciones como las que puse más arriba. Me dice que me quiere pedir ayuda; un consejo, dijo. Y me reseña en un dos por tres aspectos de su biografía y de la crisis que ahora está viviendo. Cerca nuestro siguen las sonrisas y los brindis; por un segundo me siento con ganas de contestar con el (pìloto) automático y volver rápidamente al cóctel. Pero qué le vamos a hacer, le miro y le veo, así tan cómo debe estar pasándolo que tampoco está en el cóctel y me está contando cosas de las que tal vez se arrepienta luego.
Le escucho.
Y "Lo cacho", como decimos en Chiwi: Es un irresponsable, es decir, un impotente. La vida le pasa, las cosas le ocurren, los otros le llevan a hacer x ó y.., etc. Una víctima; una hoja al viento del otoño; una partícula a merced de las fuerzas cósmicas; un ser arrojado al escenario incomprensible de la existencia.

Pfff. No, pues; así no. Así no pasa nada. Así este año será como el anterior, como el anterior, como el que vendrá...
Córtala; es decir, ya está bueno desa cantinela, como decía mi abuelita.

Responsabilidad en las duras y en las maduras. Ese sí que es el juego verdadero.

eso.

martes, enero 23, 2007

Humane Vitae

Hace casi tres años nos juntamos en un café del Mall de La Serena Kenia Areyuna y yo. No éramos amigos, pero ya nos conocíamos. Ella es kiniesióloga y acababa de recibir su título de Dra. en Quiropraxia y coincidíamos trabajando en un centro médico "alternativo" de la ciudad.
Y estábamos por irnos de ese lugar, desilusionados y algo magullados; sobre todo ella.
Kenia soñaba con trabajar en un lugar donde todo estuviese en sintonía con la salud, y la salud entendida de un modo amplio, diría "holístico" si esa palabra no estuviese contaminada por los frutos de tanto charlatán irresponsable.
Apenas nos conocíamos y la conversación fue de una potencia tal (su entusiasmo era tan contagioso) que comenzamos a soñar juntos. Y al poco tiempo entusiasmamos a alguien más, la Dra. Janeth Cevallos, una pediatra ecuatoriana que compartía nuestra intuición en hacer una medicina a escala humana. (qué revelador esto de que tengamos que declarar un énfasis en lo humano, cuando lo que hacemos es medicina!)
Bueno: nació el Centro de Salud Humane Vitae.
Soy el "Director Médico"; la verdad es que no hago mucho aún. Ya llevamos un año de "marcha blanca", lo llamamos. Este año queremos darnos a conocer mejor. Hoy acabamos de hacer el primer post del blog oficial. Vendrá pronto una inauguración con cóctel y todo. Yo creo que hasta con discursos.

Pueden visitarnos.