jueves, octubre 06, 2005

La Terapia de Violeta

Para los que leyeron El Amor (ver 21 son los dolores), les cuento que la poesía surte más efecto cantada. Es parte de la Cantata "Canto para una Semilla", de Luis Advis sobre textos de Violeta (del libro "Décimas"), interpretado por Isabel Parra, Inti Illimani e Isabel Bunster, como relatora. Bueno, acabado el lamento, viene un agudo, reflexivo y terapéutico...

RELATO

Aquí tiene mi pañuelo
señora, seque su llanto

no hay en el mundo quebranto
que no tenga su consuelo.
Saque la vista del suelo
y míreme frente a frente
que sufre toda la gente
lo olvidaba por egoísmo
eso conduce al abismo
le digo primeramente.

Yo la condeno señora
al alto de una patagua
cinco días a pan y agua
durante todas sus horas
las lágrimas que me llora
no tienen explicación.
Denuncie con su furor
la farsa politicante.
No los suspiros galantes
ni las razones de amor.

Nadie se ha muerto de amor
ni por cariño fingido
ni por vivir sin marido
ni por supuesta traición.
El mundo es una estación
de trenes de sinsabores
con faltas muy superiores
su pleito no es una queja.
Gran pleito es quien despelleja
sin lástima a nuestros pobres.

Vale.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola: Llegue a este blog, por el de un amigo. Me gustó descubrir poesía en él, porque la posía siempre "surte efecto". Te mando esta de Nicolas Guillen, luego me cuentas las trazas que te envolvieron al leerla.


Yo no voy a decirte que soy un hombre puro.
Entre otras cosas
falta saber si es que lo puro existe.
O si es, pongamos, necesario.
O posible.
O si sabe bien.
(...)
Yo no te digo pues que soy un hombre puro,
Yo no te digo eso, sino todo lo contrario.
Que amo (a las mujeres, naturalmente,
pues mi amor puede decir su nombre),
y me gusta comer carne de puerco con papas,
y garbanzos y chorizos, y
bebo ron y cerveza y aguardiente y vino,
y fornico (incluso con el estómago lleno).
Soy impuro ¿qué quieres que te diga?
Completamente impuro.
Sin embargo,
creo que hay muchas cosas puras en el mundo
que no son más que pura mierda.
Por ejemplo, la pureza del virgo nonagenario.
La pureza de los novios que se masturban
en vez de acostarse juntos en una posada.
La pureza de los colegios de internado, donde
abre sus flores de semen provisional
la fauna pederasta.
La pureza de los clérigos.
La pureza de los académicos.
La pureza de los gramáticos.
La pureza de los que aseguran
que hay que ser puros, puros, puros.
La pureza de los que nunca tuvieron blenorragia.
La pureza de la mujer que nunca lamió un glande.
La pureza del que nunca succionó un clítoris.
La pureza de la que nunca parió.
La pureza del que se da golpes en el pecho, y
dice santo, santo, santo,
cuando es un diablo, diablo, diablo.
En fin, la pureza
de quien no llegó a ser lo suficientemente impuro
para saber qué cosa es la pureza.
Punto, fecha y firma.
Así lo dejo escrito.

Carlos dijo...

gracias, Susana, por tu comentario y esta poesía-bofetada, que no conocía.
Sí: la poesía surte efecto. La única medicina para el alma es la belleza.
Había preguntado quien eras: me gustó un post que le hiciste al carlos díaz.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Estoy regalando una invitación doble a un montaje de Teatro musical para este 21 de diciembre de 2006, día en que se conmemora los 99 años de la matanza de la escuela Santa María.

El montaje lo componen Canto Para una Semilla y la Cantata Santa María de Iquique.

ver info en http://ycuentocorto.worpress.com